A estas alturas es más que probable que hayas oído hablar de la BlockChain (o cadena de bloques).
Si no es así, te damos una pista: BlockChain es la tecnología que permite que Bitcoin, Etherium y otras criptomonedas sean posibles.
Sin entrar en grandes explicaciones técnicas (que nosotros tampoco dominamos) podría resumirse en que Blockchain es un libro de contabilidad digital distribuido que almacena datos de cualquier tipo. Es descentralizado (no está ubicado en un sólo "sitio") e inmutable.
Esta tecnología no sólo permite hacer envíos de dinero (en criptomonedas) de forma casi inmediata, totalmente segura y descentralizada a bajísimo coste, sino que también permite el registro de datos y la firma de contratos inteligentes.
La transparencia y fiabilidad que puede ofrecer esta tecnología es tal, que todo hace presagiar que en algún momento irrumpa en el sector inmobiliario para digitalizar y simplificar las transacciones de propiedades inmuebles.
Actualmente, en la operación de compra-venta de una propiedad, es necesario movilizar físicamente multitud de documentación y personas físicas (comprador y vendedor, notarios, agentes inmobiliarios, representantes de la entidad financiera...). Evidentemente, todo esto es necesario para que la transacción se ejecute con total garantía para todas las partes.
Gracias a los contratos inteligentes, será posible automatizar el proceso. La autentificación de los documentos podrá ser avalada a través de la misma tecnología y aumentará la eficiencia en el almacenamiento de registros.
La idea de comprar un piso sin acudir al notario y al registro de la propiedad podría parecernos ciencia ficción, pero la realidad es que ya son varias las "startups" (alguna respaldada por importantes entidades financieras) que se han lanzado a la compra-venta de inmuebles utilizando tecnología blockchain. En países como Estados Unidos y Reino Unido ya existen varios ejemplos de estas empresas disruptivas y la primera compra de un inmueble con esta tecnología se dió en octubre de 2017.
Sin duda es una tecnología joven que aún se está puliendo, pero a la que tarde o temprano, todos tendremos que adaptarnos.
Por el momento, como agentes inmobiliarios, estamos expectantes y atentos a estas nuevas innovaciones que estamos seguros, redundarán en beneficios para todos los involucrados.
