La primera visita a una vivienda causa unas emociones imborrables, y condicionarán el resto de la percepción de la misma.
De hecho, hay estudios que afirman que, inconscientemente, el posible comprador ya decide en los primeros segundos de la visita si va a comprar o no esa propiedad.
Es por esto que, cuando quieres vender una vivienda rápido y a buen precio, te plantees qué posibles reformas o mejoras se pueden llevar a cabo.
Como siempre, cada cada inmueble es único y hay que estudiarlo con detenimiento.
- En viviendas antiguas que necesitan ser reformadas integralmente, lo primero es evaluar cómo afectaría dicha reforma al precio de venta. Conviene hacer un estudio de mercado de la zona, de su demanda y de la diferencia de precios entre pisos a reformar y ya reformados.
Otros factores determinantes son los plazos (una reforma integral puede demorarse varios meses) y si el propietario dispone del dinero para llevar a cabo dicha reforma.
Cuando se determina que sí procede hacer la reforma, ésta debería ir orientada a potenciar los factores más demandados: redistribuir creando espacios luminosos y diáfanos, ampliar los espacios destinados a almacenaje, mejorar la eficiencia energética y el uso de buenos materiales.
- En viviendas de segunda mano pero listas para entrar a vivir, el planteamiento es diferente.
Por un lado, existen pequeñas actuaciones que considero obligatorias desde el momento en que se pone en venta: la reparación de pequeños desperfectos (persianas estropeadas, paredes desconchadas, puertas que no abren/cierran correctamente, o cualquier otra cuestión que pueda apreciarse durante la visita).
El motivo reside en que tener que explicar "pequeñas averías" durante la visita, restará más valor a la propiedad que el hecho de arreglarlas.
Además, también se puede plantear llevar a cabo alguna pequeña obra de bajo presupuesto con el fin de que la vivienda resulte más atractiva a posibles compradores.
En este sentido, una de las que ofrece mejores resultados con muy poca inversión, es renovar la pintura de las paredes, sobre todo cuando ésta es oscura o en colores fuertes.
Lo mismo sucede con los suelos. Si la vivienda dispone de parquet, podría lijarse y barnizarse para que luzca en todo su esplendor, o en caso de que los suelos estén desactualizados, la instalación de una tarima flotante podría marcar la diferencia y el aspecto genera de la propiedad.
Otra cosa muy valorada son baños y cocina actualizados, que aunque requiere más inversión, también existe la posibilidad de hacer un "lavado de cara" con la actualización de mobiliario o pintado de azulejos.
En otra ocasión haremos balance de técnicas de Home Staging, o lo que es lo mismo, optimizar con pequeñas actuaciones en la decoración y otros elementos la impresión de los potenciales compradores al visitar una propiedad.