En los últimos meses ha crecido el interés por las viviendas unifamiliares y las segundas residencias.
Son muchos los que están explorando las distintas posibilidades para acceder a viviendas que ofrezcan la posibilidad de disfrutar de espacios exteriores.
Las casas prefabricadas son una opción que han ganado mucha popularidad en los últimos años.
Las casas prefabricadas son viviendas cuyo sistema constructivo, o parte de él, se produce en fábrica antes de que comience la obra en el lugar de la instalación.
Cuando pensamos en casas prefabricadas, a muchos se les vendrá a la mente cabañas de madera de reducido tamaño. Nada más lejos de la realidad. Actualmente, los materiales empleados y variedad de los mismos poco se diferencian de las viviendas convencionales, y algunos de los fabricantes permiten personalizar la distribución y acabados al más mínimo detalle. Este tipo de vivienda se construye por módulos en naves industriales hasta que están prácticamente terminados, esto es, con la encimera de la cocina o la mampara de la ducha ya instaladas. Una vez los módulos están terminados, se transportan a la ubicación definitiva y se ensamblan sobre el terreno. Finalmente, se conectan las acometidas y las piezas de acabado entre módulos entregando la casa en unos diez días desde la implantación.
Algunas de las ventajas de este tipo de construcción son las siguientes:
- Plazo de entrega. Se estima que la mayoría de casas prefabricadas están listas para entrar a vivir en un período de 5 meses.
- Puesto que la mayor parte del trabajo se lleva a cabo en un entorno controlado (naves industriales), los plazos no se ven sujetos, por ejemplo, a inclemencias meteorológicas.
- Se estima que el coste de una casa prefabricada es, aproximadamente, un 20% más barato que el de una casa tradicional de características similares.
- Los presupuestos son totalmente cerrados, lo que deja muy poco margen a gastos imprevistos.
- La posibilidad de fallos en su realización se disminuye considerablemente al industrializar los procesos, hasta el punto de que muchas empresas, aseguran diez años de garantía.
- Perfecta coordinación entre arquitecto, arquitecto técnico, la constructora, etcétera, siendo todos ellos parte de la misma empresa.
Por supuesto, también existen inconvenientes y circunstancias a tener muy en cuenta:
- Se debe considerar la viabilidad del acceso a la parcela tanto del transporte especial como de la grúa que implantará la vivienda.
- Hay que definir todos los aspectos de la vivienda con mucha anterioridad, para que luego en la fabricación de la misma no haya imprevistos.
- Los costes de mantenimiento son elevados en el caso de las casas prefabricadas de madera (circunstancia que no se da en las construidas en hormigón o acero).
- No todos los bancos contemplan la financiación de estas viviendas, aunque ante el éxito que comienzan a tener este tipo de casas en nuestro país, algunos bancos si que han sacado créditos hipotecarios especiales para sufragar su compra.
El solar debe ser urbanizable y si se trata de una zona rústica habrá que pedir permiso a la comunidad autónoma correspondiente. Para conocer la calificación del terreno, es necesario acudir al ayuntamiento y solicitar la ficha urbanística.
Si la casa va a estar cimentada y enganchada a los suministros públicos, se considera un bien inmueble por lo que será necesaria licencia para la construcción, las obras, la ubicación y el anclaje. Para esto será necesario, además, un proyecto firmado por un arquitecto.
